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www.emergencia.org.mx           Ene. 01, 2009    Boletín No. 724


 

 

 

 

La muerte y el duelo. Parte I

Tomado de kidshealth.org

Si has perdido a un ser querido, es posible que estés sintiendo distintas emociones. Es probable que estés triste, preocupado o asustado. Tal vez no estés preparado, estés impresionado o confundido. Puedes sentirte enojado, engañado, aliviado, culpable, exhausto o simplemente vacío. Tus emociones pueden ser más intensas o más profundas que lo habitual, o estar entremezcladas de una manera que nunca habías experimentado.

También habrás notado que tu pérdida está afectando tus pensamientos y tu comportamiento. Si estás afligido, es posible que te cueste concentrarte, dormir, comer o sentir interés por las cosas que solías disfrutar. Quizás intentes actuar como si estuvieras bien (aun cuando no lo estés), porque deseas ser fuerte frente a otra persona. Y es posible que te preguntes si alguna vez superarás la pérdida de alguien que significa tanto para ti.

Todas estas emociones son reacciones naturales frente a la muerte de un ser querido. Son parte del proceso de duelo.

¿Qué es el duelo?

El duelo es la aflicción que siente la gente cuando sufre la pérdida de un ser querido. Existen muchos tipos de pérdidas y no todas se relacionan con la muerte. Una persona también puede hacer duelo tras la ruptura de una relación íntima o después de que uno de los padres se va del hogar.

El duelo es una reacción natural frente a la pérdida de alguien importante. El duelo también es el nombre del proceso de recuperación que una persona atraviesa después de la muerte de un ser querido. El proceso de duelo lleva tiempo y el alivio suele aparecer en forma gradual.

Si bien todos experimentamos dolor cuando perdemos a una persona, el duelo afecta a las personas de distintas maneras. La manera en que te afecte depende, en parte, de tu situación y de tu relación con la persona que falleció.

Las circunstancias en las que muere una persona pueden influir en los sentimientos del duelo. Por ejemplo, si una persona estuvo enferma mucho tiempo o era muy vieja, es probable que esperaras su muerte. Aunque no necesariamente esto haga que sea más fácil aceptarlo (y el sentimiento de duelo estará presente de todos modos), algunas personas descubren que saber que alguien va a morir les da tiempo para prepararse. Y si un ser querido sufre mucho antes de morir, las personas pueden incluso tener una sensación de alivio cuando llega la muerte. Si la persona que falleció era muy joven, por el contrario, es posible que tengas una sensación de que es terriblemente injusto.

Pero perder a alguien repentinamente puede ser muy traumático, sin importar la edad de la persona. Tal vez alguien a quien conoces murió inesperadamente; como resultado de un acto de violencia o de un accidente de automóvil, por ejemplo. Puede llevar mucho tiempo superar una pérdida repentina, porque quizá sientas que el acontecimiento y los intensos sentimientos que lo acompañan te tomaron desprevenido.

Perder a alguien porque cometió un suicidio puede ser especialmente difícil de enfrentar. La gente que pierde amigos o familiares por un suicidio puede experimentar un profundo sentimiento de desesperación o tristeza, porque se siente incapaz de comprender qué pudo haberlo llevado a tomar una medida tan extrema. Incluso pueden sentir enojo contra esa persona: una emoción totalmente normal. O pueden sentirse culpables y preguntarse si podrían haber hecho algo para evitar el suicidio. En algunos casos, después de una pérdida traumática, una persona puede deprimirse y necesitar ayuda especial para aliviarse.

Si perdiste a un familiar cercano, como un padre, un hermano o una hermana, es posible que sientas que te robaron el tiempo que deseabas pasar con esa persona. También puede ser difícil expresar tu propia aflicción cuando los demás miembros de tu familia también están afligidos. Algunas personas pueden esconder su propia aflicción o evitar hablar de la persona que falleció, porque tienen miedo de entristecer a un padre o a otro miembro de la familia.

El duelo puede hacer que algunas personas se sientan culpables sin motivo alguno. Dependiendo de las circunstancias, algunas personas pueden preguntarse si algo que hicieron (o dejaron de hacer) causó la muerte de esa persona. Otros pueden pensar que si hubieran sido mejores personas, tal vez su ser querido no habría muerto. Estas cosas no son ciertas, por supuesto, pero a veces estos sentimientos y estas ideas son una manera de intentar darle sentido a algo que es difícil de comprender.

Todos estos sentimientos y reacciones son normales. Pero ¿qué puede hacer una persona para superarlos? ¿Cuánto dura el duelo? ¿Alguna vez todo volverá a la normalidad? ¿Y cómo vas a seguir adelante sin la persona que falleció?

Continuará

Lic. Rosa Elena Ponce V. 

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